Parke arkeologiko bihurtu ondoren Garraitz-ek onetara jartzen du biltzen dut bere altxorrak Nabaria
Idatzita MIRARI ARTIME - EL CORREOLos trabajos para sacar a la luz los vestigios del islote de Lekeitio arrancaron hace cuatro años con la colaboración de voluntariado.
Lekeitio cuenta de manera oficial desde ayer con un nuevo museo al aire libre. Se trata de la conocida isla de Garraitz que el departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco ha decidido proteger y conservar al ser catalogada como parque arqueológico. De esta manera, concluye con éxito uno de los objetivos fijados por el Ayuntamiento y la asociación para la defensa del patrimonio de Lea Artibai, Atabaka, junto a la sociedad de ciencias Aranzadi y la Diputación.
La isla únicamente se puede visitar en marea baja tras cruzar el malecón de Lazunarri. / MAIKA SALGUERO
Las distintas instituciones implicadas persiguen impulsar el conocimiento y la protección de los tesoros históricos que alberga en los tres yacimientos presentes en sus 6,5 hectáreas de extensión, aproximadamente. Para sacarlos a la luz, se ha contado con la colaboración de voluntariado que dirigidos por Atabaka y bajo la dirección del arqueólogo de Aranzadi, Alfredo Moraza, han desenterrado un conjunto de construcciones que aún se conservan, en buena parte, en pie.
Entre los restos localizados figuran los de la ermita de San Nicolás, mencionada a finales del siglo XV -posteriormente reconvertida temporalmente en Convento franciscano durante el siglo XVII-, un fortín en la cima del monte (siglo XIX); otro en el extremo norte -construido hacia 1742-1743 y reformado en el siglo XIX-, un cuartel y un polvorín, entre los más significativos.
«Durante siglos ha sido colonizada por religiosos, militares y civiles que han ido dejando su huella en este trozo de tierra y que tratamos de recuperar y sacar a la luz para protegerlos y darlos a conocer, abrirlos al conocimiento de la ciudadanía en general», señalaron desde Aranzadi.
Estudio botánico
«Los restos que se han catalogado hasta el momento corresponden a finales de la Edad Media, Edad Moderna y contemporánea, pero no podemos descartar localizar algún vestigio de la ocupación romana similares a los encontrados en otros puntos del municipio», detallaron desde la sociedad científica que trabaja de manera conjunta con Atabaka para desarrollar el proyecto conocido como "Garraitz 25".
De manera paralela, la Diputación ha puesto en marcha un estudio botánico que recogerá la flora que alberga, las características que presenta, el estado en el que se encuentra, así como las medidas necesarias para gestionar una adecuada recuperación. También conocida como isla de San Nicolás, tan solo puede visitarse en marea baja tras cruzar el malecón de Lazunarri, cuya renovación concluyó hace cuatro años con una inversión de un millón de euros por parte del Gobierno vasco.
Tras garantizar su acceso, se procedió a comenzar la regeneración de su bosque autóctono, formado básicamente por pino marítimo y algunos ejemplares de cipreses macrocarpa, que se habían deteriorado de manera progresiva debido a la elevada edad de los ejemplares -rondaban los 150 años-, la escasa retención de agua del suelo de roca calcárea y la influencia del mar. La actuación se centró en plantar 700 unidades.