El zapatero impertérrito
Escrito por KoldoEn el pueblo N. vivia un zapatero, un zapatero que por nada del mundo temblaba.
Una vez, y proponiéndose meterle el miedo en el cuerpo, un hombre se ofreció a hacerse el muerto. Quedó este en ser amortajado con vestiduras de difunto y en meterse en un ataud, cuando sus compañeros enviaron un comisionado al zapatero. Llamó a la puerta, entró y dijo,
--Vengo a saber si querrías velar a un muerto.
--Si.
--Pero a condición de que en la velada mortuoria estes tú solo al lado del muerto.
--Tambien. ¿A dónde hay que ir?
--A la calle de Bergara (es una calle de Lekeitio), veras allí una luz en el balcón.
--¿A que hora?
--Empezando a eso de la media noche hasta la madrugada.
--Que si, ¿pero jornal?
--Lo de costumbre, y además habra algo con que puedas calentar el estómago.
Cerca de la medianoche iba ya el zapatero a la velada nocturna con sus trebejos. Cuando le dejaron solo junto al féretro, empezó él a dar golpes en su tarea.
Poco mas tarde, el que se fingió muerto se movió, por hacer temblar al zapatero.
--¡Hmmm, mira! --le refunfunó el de la lezna.
Poco después, otro movimiento mayor hizo el del feretro. El zapatero le dijo,
--¡Hmmmm! luego que no te pese, ¿eh?
De allí a un cuarto de hora, el fingido muerto levantó la cabeza. El zapatero le dió un golpe en la nuca y lo dejó muerto de veras.
A la mañana siguiente, los de casa entraron alla, y viendo que estaba muerto, verdaderamente muerto, empezaron a pedir cuentas al zapatero. Aquel les dejó, diciendo lo siguiente,
--¿Pues no dijisteis que yo había de velar a un muerto? Lo he cumplido.
Y sin mas se fue a su casa.
Aprendido en Lekeitio no sé de quién.