Dei Ettekuak
Koldo
El trabajo de los señeros consistia en observar el estado de la mar para dar el consentimiento, a los pescadores, de salir o no a la mar.
Al amanecer, dos señeros cada uno con un faro y una makila terminada en punta de hierro, subían a la Atalaya para ver el estado de la mar. Y veían si se podía ir a pescar o no.
Talayeros
Estando los dos de acuerdo y siendo optimistas, se desplazaban a Arranegi a la puerta de cada uno de los patrones de las embarcaciones y dando golpes con la makila les llamaban por su nombre diciendo, "trastiak sartun" ("meter los aparejos").
A continuación se dirigian a la Cofradía junto al hombre que tocaba una campana durnte 10 minutos aprox., para avisar a las las "dei ettekuak" (llamadoras) que se dirigian a cada uno de los miembros de las tripulaciones llamándoles: "Gora Jaungoikoaren izenean" (Arriba en nombre de Dios) y los Domingos y Festivos "Gora Jaungoikoaren izenean mezia entzuteko" (Arriba en nombre de Dios para oir misa).
Dei ettekuak - Llamadoras
Los Domingos y Festivos salían a la mar después de oir la misa del amanecer. Tanto el patrón como los arrantzaes tenían costumbre de hacer algunas oraciones.
Sin el consentimiento de los señeros, los barcos no podían salir a faenar, para eso arrastraban sus makilas por el suelo haciedo ruido (ra...ra...ra) para saber que hacía mal tiempo.
Cuando tenían discrepancias con los patrones de las embarcaciones se juntaban en la Atalaya para saber que razones había y tomar las decisiones pertinentes.
Después de hablar entre ellos se dirigían a la Cofradía con la intención de realizar una votación. Para eso utilizaban una urna de caoba (Atabaka) que disponía de dos compartimentos con dos agujeros en la tapa que tenia dos dibujos una casa y un barco.
Atabaka
Cada patrón introducía una bola, según su decisión, en la urna, y donde mas bolas hubiese, se decidía si quedarse en tierra o partir a pescar.
Los señeros tenían también otro trabajo que consistía en observar la mar mientras los barcos faenaban y avisarles si cambiaba el tiempo. Los pescadores decidian si quedarse pescando o volver a tierra.
Después de arribar a puerto si cambiaba el tiempo los arrantzales decidian en votación si volver a la mar o quedarse en tierra.
J. Iñaki Madariaga Vidal